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  • Foto del escritorColegio La Santa Unión

S.H.E: La importancia de trabajar simultáneamente la L1 y L2

La vida cotidiana se caracteriza por las actividades rutinarias y ordinarias que realizamos de manera habitual, tales como alimentarse, estudiar, trabajar, realizar compras y participar en actividades recreativas. Estas acciones conforman el núcleo de nuestra experiencia diaria y proporcionan un contexto fundamental para el aprendizaje de una segunda lengua en niños.

El aprendizaje de una segunda lengua en el contexto cotidiano de los niños puede ser un factor profundamente enriquecedor y significativo. Cuando los niños enfrentan eventos o situaciones que les resultan familiares, como el proyecto "Pizzería: La Cantonata" implementado por sus docentes de lengua materna, tienen la oportunidad de aplicar el inglés que están aprendiendo de manera práctica y contextualmente relevante. Esta integración permite a los niños conectar nuevas estructuras lingüísticas con sus experiencias previas, facilitando un proceso de aprendizaje más efectivo y significativo.

El proyecto mencionado involucró a niños de la tercera sección, quienes no solo adquirieron vocabulario específico para describir ingredientes y procedimientos culinarios en inglés, sino que también desarrollaron habilidades prácticas como la elaboración de un recetario y la confección de gorros de chef como parte de su preparación. Durante la ejecución del proyecto, los alumnos participaron activamente en la preparación de pizzas, resaltando la importancia de la higiene personal y empleando el inglés para comunicarse al enumerar ingredientes y dar instrucciones sobre técnicas culinarias básicas como mezclar, poner, amasar y hornear. La culminación exitosa del proyecto incluyó la distribución de las pizzas entre los compañeros durante el recreo, así como la entrega de una porción para ser disfrutada en el hogar junto a sus familias.

Este tipo de iniciativas no solo fortalece las habilidades lingüísticas de los estudiantes, sino que también fomenta el desarrollo de competencias sociales, cognitivas y afectivas al aplicar el idioma en contextos prácticos y significativos. Por lo tanto, el aprendizaje de una segunda lengua en situaciones cotidianas no solo amplía el repertorio comunicativo de los niños, sino que también promueve una comprensión más profunda y arraigada de la lengua y la cultura que están explorando.



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